viernes, 9 de mayo de 2014

PASEO POR EL AMOR Y LA MUERTE...EN LISBOA.

Esos dos polos de la existencia, fuente inagotable de inspiración para el arte, sobre todo, para mi gusto, para la literatura y, también, en el cine. "Tren de noche a Lisboa" (Bille August, 2013), los reúne. Qué rato  tan intenso entre la pasión por vivir y el temor a morir; entre la pasión amorosa que puede terminar con la más firme amistad, y el temor a vivir que te puede hacer morir en vida...La memoria insoportable que te puede conducir al suicidio y el azar que te puede reconducir la vida...¿Azar?...repienso, no, una oportunidad que la percibes como tal después de haber atravesado cierto desierto...entonces aparecen oasis...

Un banquete cinematográfico con espléndidas interpretaciones, con bellos escenarios, con poesía visual y narrada. También con el amargo sabor del horror de una dictadura, de esos tiempos del cólera (G. García Márquez, EPD) que no duran cien años, aunque sus supervivientes -me temo- pasan a formar parte de las estirpes condenadas a cien años de soledad...