Puede resultar muy desorientador el título, "A ghost story" (David Lowery, EE.UU. 2017), ¿terror?, ¿comedia de humor negro (con perdón por el sesgo racista)?, ¿un romance atípico como en la inolvidable "Ghost"?...
La propuesta es bien arriesgada porque, a priori, será un público muy reducido el que se conectará con esta historia...de un espíritu (disfrazado como un fantasma lo ha sido siempre en la historia de las ficciones) ...que ya no se mueve en el espacio temporal de un ser encarnado; ese concepto, el tiempo, inventado por los humanos para entender el devenir de los hechos...Pausadísima -un crítico español dice: "exige paciencia"-, la luz y el sonido son muy importantes para ayudarnos a comprender qué está sucediendo a ese espíritu recién desencarnado tras un accidente de automóvil.
Lo que popularmente se denomina una alma en pena es un espíritu que no puede alejarse de la dimensión terrenal porque alguna profundísima angustia lo retiene, le impide pasar a la esfera donde moran los espíritus. En la cosmovisión cristiana, la oración de los creyentes amparará ese tránsito. En su ausencia, puede suceder que ese vagar desemboque en las manifestaciones que podemos llamar fantasmales, y que ha dado pie tanto a infinidad de películas de terror como a scary movies...
Para los que creemos en la espiritualidad, la película se hace corta, deseando que el director extendiera su narración; para los que no, creo que hay dos posibilidades: Una, que se le abran al espectador interesantes interrogantes; dos, que no soporte la película más de media hora...