sábado, 17 de octubre de 2020

LA IMPOTENCIA DE LOS POLÍTICOS...

 Los artículos del catedrático de Filosofía Daniel Innerarity no tienen desperdicio, siempre provocan al pensamiento, a la reflexión pausada e inteligente. El publicado en El País el pasado 12 de octubre no tiene una línea de sobra. Su análisis de "El poderoso encanto de la impotencia" radiografía con meticulosa precisión lo que está sucediendo con la gobernabilidad democrática en muchos países, que están enfrentando el reto inédito de la pandemia. España podría encabezar -dejando de lado el esperpéntico gobierno de Trump- el empobrecimiento y encanallamiento de la política, con un nivel de debate en el Parlamento vergonzoso y vergonzante. La consecuencia: Los peores datos de gestión de la pandemia en toda la Unión Europea.

Innerarity enfatiza como aspecto más dañino la incapacidad -impotencia- para alcanzar acuerdos: Muchos políticos parece que "han descubierto que resulta más confortable gestionar la intransigencia que la cesión (....) comunicar a los propios seguidores la impotencia que el poder, es decir, que los adversarios no nos dejan hacer nada (aunque en realidad, lo que ocurre es que no nos dejan hacer todo) que hacerles saber que hemos conseguido poco y, por tanto, que hemos renunciado a mucho".

Entre lo muy destacable, añado: No llegar a acuerdos "termina con una parálisis del sistema político en la que nadie obtiene nada, o muy poco, menos de lo que habrían conseguido con una negociación (...) una 'vetocracia' donde la posibilidad de bloqueo es infinitamente mayor que la capacidad de construcción".

Con tal paralización, concluye, se retrasan las decisiones oportunas a costos muy elevados...