lunes, 26 de octubre de 2015

UN DEBATE EN AUGE: EL USO DE LA TECNOLOGÍA...

Interesante artículo de Nicholas Carr en El País (Madrid) de ayer acerca de los aspectos críticos de la revolución digital, de la que somos testigos y cómplices. Dice Carr que, desde luego, no se opone a los avances tecnológicos, pero que hay que "pedir más a nuestros tecnólogos, a nuestras herramientas, a nosotros mismos". Me quedo con la última: "...a nosotros mismos..." nos corresponde decidir cuándo, cuánto y cómo usar las excepcionales herramientas tecnológicas que los genios de Silicon Valley nos proporcionan.

No hace mucho comentaba (entrada de 15 de agosto sobre "Las dos caras de los avances tecnológicos") que depende del ejercicio de nuestro libre albedrío emplear la tecnología para el crecimiento personal, para el progreso, para la democratización de la sociedad, o por el contrario, que nos vaya convirtiendo en personas más introvertidas, obsesionadas, manipulables y manipuladoras...

Para reflexionar sobre ello no necesitamos para nada ser analistas tecnológicos, necesitamos apelar a lo mejor de nosotros mismos como seres humanos que tratamos de entender -por una vía religiosa o de otra índole- el sentido de nuestro paso terrenal...

miércoles, 21 de octubre de 2015

APUNTES SOBRE LIDERAZGO A PARTIR DE "ONCE ANILLOS"...

"Once Anillos" es un libro escrito por Phil Jackson y el periodista Hugh Delehanty que narra las vicisitudes de los once campeonatos de la NBA que Jackson ganó como entrenador: Seis con los Bulls de Chicago, encabezados por Michael Jordan, y cinco con los Lakers de Los Angeles, con Kobe Bryant como figura estelar.
 
Su estilo de liderazgo está muy determinado por las enseñanzas del budismo zen, sobre una base de marcada religiosidad cristiana, pues sus papás eran pastores pentecostales. La lectura es muy amena al combinar la narración de triunfos y derrotas con reflexiones acerca de su rol como entrenador. Destaco las siguientes, propias de Jackson o que él cita como muy reveladoras para su desempeño:
 
"...cuanto más intentaba ejercer el poder directamente, menos poderoso era. Aprendí a suavizar mi ego y a distribuir el poder lo más extensamente que pude sin renunciar a mi autoridad en última instancia". (p. 26 de la primera edición, febrero 2014, Rocaeditorial, Barcelona)
 
"...no puedes imponer tu voluntad a los demás. Si quieres que se comporten de otra manera, tienes que servirles de fuente de inspiración para que cambien por sí mismos" (ibid)...
 
"El verdadero sello de una estrella es el nivel hasta el cual mejora a sus compañeros de equipo" (p. 89, frase de su mentor Red Holzman).
 
"Oír lo nunca oído es una disciplina necesaria para convertirse en un buen [líder]. Sólo cuando aprende a prestar atención a los corazones de las personas, a oír los sentimientos que no comunican con la palabra, los dolores sin expresar y las quejas no habladas, el [líder] puede albergar la esperanza de inspirar confianza..." (p.120, del libro Parábolas del liderazgo de W. Elian Kim).
 
"Ganar requiere talento y repetir exige carácter" (p.122, frase de John Wooden).
 
"Que confíen en ti es un cumplido mayor que ser amado" (p. 279, frase de George MacDonald).
 
"Gestionar la ira es la tarea más difícil (...). Requiere una enorme paciencia y sutileza porque la línea que separa la intensidad agresiva para ganar partidos y la furia destructiva suele ser muy delgada" (p. 301).
 
En palabras del erudito budista Robert Thurman: "Sin duda, muestra meta consiste en conquistar la cólera, pero sin destruir el fuego del que se ha adueñado fraudulentamente. Esgrimiremos ese fuego con sabiduría y lo dedicaremos a fines creativos" (ibid).
 
 
 

lunes, 12 de octubre de 2015

SIRIA: ¿Y QUÉ QUIERE EL DIABLO?...

Cerrábamos la última entrada hablando de un pacto con el diablo, que en el contexto de la guerra civil siria, sería el rol jugado por el presidente ruso Vladimir Putin, que quiere controlar Siria -en el corazón del Medio Oriente- sosteniendo al dictador Bachar Al-Assad.
 
Masha Gessen en el New York Times del uno de octubre pasado, apunta lo que, a su juicio, quiere Putin: Mientras se muestra como aliado para enfrentar la amenaza del Estado Islámico (también a menudo citado como Daech: acrónimo, en lengua árabe, de “Estado Islámico en Irak y Levante”), distraer toda atención de su injerencia en Ucrania y, si se presenta el caso, en algún otro territorio de la ex-Unión Soviética. Así, restaura "la dignidad de Rusia", "resucita su condición de gran potencia" (frases esas de Andrei Kolesnikov en Project Syndicate del 4-10-15), y le fortalece notablemente a lo interno de Rusia, en donde la ciudadanía sufre las consecuencias de la drástica caída de ingresos por la baja en el precio internacional del petróleo.
 
Por el momento, Putin está arreciando los bombardeos en zonas supuestamente ocupadas por Daech, pero la OTAN denuncia que, en absoluto, que lo que está atacando son las posiciones de las fuerzas opositoras a Al-Assad. Jean Pierre Filiu en Libération (9-10-15), advierte que, con ello, Daech conquista esos territorios y "Putin abre un boulevard al horror yihadista"...