Más de una vez he recordado, con motivo de mis visitas a los Juzgados (por ser perito, ojo....), el escrito que incorporé a este blog el 17 de febrero de este año, Ritmos judiciales, pues la conclusión acerca de la lentitud desmesurada de los procedimientos podía interpretarse como exclusivo problema del funcionamiento interno de la Institución, y si bien esa es una parte del asunto, como en tantas instituciones públicas (personal incompetente o vago, escasez de presupuesto), otra parte crucial es atribuible a los usuarios del servicio.
En lo que nos ocupa: Los abogados que para apurar al máximo sus posibilidades, no de ganar, sino de no perder un caso, emplean todos los procedimientos posibles. Lo más usual, en lo que yo he podido experimentar como Perito en Mercadeo y Ventas, es que quien sabe que lo tiene difícil emplea todos los vericuetos habidos y por haber para alargar las etapas sumariales, forzar al máximo los plazos concedidos e incluso "amenazar" con quién sabe qué recursos a instancias superiores para "aflojar" la supuesta rigidez del juez.
En un caso reciente que se me asignó, viví de cerca esas tácticas que, en alguna medida, podrían asimilarse -metafóricamente- a las pérdidas de tiempo de un equipo de fútbol que se sabe inferior y quiere evitar perder a toda costa...Lo que me sorprendió aún más es que las practicó un representante de unos de los bufetes de mayor prestigio en el país y que, además, no tuvo empacho en criticar severamente mi nombramiento una vez advertí al juez de la injustificable demora en proporcionarme la información necesaria para proceder a redactar mi informe pericial...
Para terminar, todo tiene su excepción: En otro caso muy reciente, no ha habido demora alguna, sino que por el contrario, el juez admitió que se procediera al nombramiento del perito -yo en este caso- con sorprendente celeridad, pues en mi criterio era dudosísimo que hubiera ningún daño causado al demandante. Qué sucede entonces, que si yo digo esto, estoy juzgando el caso, en consecuencia, me abstuve alegando conflicto de interés...Dios me permita seguir siempre dando el primer lugar al sentido de la ética y, muy atrás, a la plata...