Buenos trabajos finales en el grupo de maestría de este cuatrimestre. Un cuestionario sobre el trípode invisible. Yessenia y Oscar se han destacado a lo largo del curso. En su último trabajo, casualmente utilizan tres palabras que empiezan por erre para, a lo largo de su respuesta número siete, describir serias deficiencias en la cultura organizacional de una institución representativa de uno de los tres Poderes de la República. Rectifico, las deficiencias son en el desempeño; peeeero resultado del decálogo de debilidades en la cultura de la organización...
A mi me gustan estas coincidencias que sintetizan un determinado asunto, ayudan a recordar y, así, poder desplegar el análisis de un tema: Las "pes" de la mezcla estratégica de mercadeo; las "ces" del círculo virtuoso de una cultura organizacional, las "des" de un estado de ánimo bajo de pilas (este es menos conocido, lo recuerdo: desánimo, desaliento, desconcierto, desencanto...).
Bien, las erres de un deficiente desempeño, podríamos decir que antiestratégico, son: Reaccionar, retrasar, reprocesar, resistir, reincidir, recelar....Esto es, reaccionar por la incapacidad de anticipar; retrasar por temor (normalmente suma de ignorancia y debilidad emocional); resistir al cambio (retrasa el que ha de tomar la decisión, resiste el que no le gusta); reincidir en errores por falta de autocrítica... y de facilitar la retroalimentación de los colaboradores; recelar de compartir la información, de comunicar con -tridente de ces- claridad, concisión y coherencia...
Segundo apunte, cito textual del sobresaliente trabajo de Irwin, Grettel, Elieth y Patricia: "La comodidad y seguridad que brindan la costumbre y la rutina, afectan cualquier estrategia de mejora o modernización de las operaciones. Estos dos conceptos muy arraigados en nuestras instituciones públicas, con motivo de la estabilidad laboral de que gozan los funcionarios por mandato legal, y por la desidia que muestran los jerarcas al momento de sancionar a un funcionario ineficiente o corrupto, impiden que muchos empleados presenten un adecuado nivel de rendimiento y/o incurren en prácticas ilegales o corruptas. Es decir, existe una cultura del mínimo esfuerzo en muchos de los funcionarios públicos, sin momentos de angustia y estrés dada su estabilidad laboral, lo que imposibilita la correcta ejecución de estrategias bien intencionadas, dirigidas al uso eficiente de los recursos y la excelencia en el servicio al usuario".
Sintético y preciso análisis que firmaría alguna Comisión de Notables que, de cuando en cuando, se nombran para que descubran el agua tibia...