Cuando vi la carátula del DVD y el título "Captain Fantastic" (Matt Ross, EE.UU. 2016) la descarté. El joven encargado del videoclub, que ya me conoce las preferencias, me hizo rectificar: "Es muy buena, le gustará"...
Un título engañoso a priori. Ya vista la película, no está mal seleccionado. Tema: La utopía. Educar tan impecable como rigurosamente en un entorno natural y aislado, al margen de la civilización. En algunos aspectos los niños rozan la perfección, pero asímismo se tornan fanáticos anti-sistema, lo que supone que se convierten en inadaptados, en unos seres incapaces de interactuar con algún representante de dicho sistema; lo que, a su vez, realimenta su rechazo a éste. Tensión sólo soportable creyéndose portador privilegiado de la verdad, y que el resto son los equivocados (en el fanatismo -fundamentalismo- religioso, herejes que hay que mandar a los infiernos).
Una perfecta microsecta, removida -afortunada y desdichadamente a la vez- por la muerte de la madre, que era una loca (el padre también, pero más estructurado).
Cuento a medias el final porque creo que se puede disfrutar más de la película (o dejan de leer este párrafo), paso a paso, sin la inevitable ansiedad de qué pasará, cómo acabará el experimento. Bueno, es un final conciliador, ni un drama sangriento en el que podría desembocar la tensión antes citada (una freudiana muerte del padre -literal- a cargo del hijo menor varón, embroncadísimo) ni la total renuncia a un modelo de vida propio...Final imperfecto, así es, cuidémonos de las perfecciones...