viernes, 29 de noviembre de 2019

REPORTÁNDOME...

A punto de acabar el mes...ninguna entrada...la mente dispersa, un torbellino de ideas, impresiones,  inquietudes, tamizadas de sensaciones (éstas enviadas por el corazón), que, sin duda, reclama su lugar. Mis apuntes, de diversas lecturas -en este mes sólo periodísticas, no literarias- reflejan esa dispersión...

Qué desasosiego provoca la situación política en España, cada vez más polarizada, crispada, encanallada incluso; no sólo falta diálogo, sino que cada vez los monólogos son más agresivos y descalificantes hacia el que piensa diferente.

Costa Rica, con tantos indicios de que puede acabar sucediendo una explosión como las que se están desencadenando en varios países de América Latina: Chile, Ecuador, Bolivia... Eso sí, una variable absolutamente crucial y diferenciadora: No hay Fuerzas Armadas. De haberlas, ya lo he señalado en más de una ocasión, Costa Rica no se distinguiría apenas de las otras repúblicas centroamericanas...

La actualidad, diría que mundial o global, abarrotada de noticias falsas -fake o postverdades en la jerga imperante- de las que me preocupa muchísimo más no que se generen, sino la tremenda credulidad con que se siguen y se difunden.

El auge de los nacionalismos en su peor sentido: Su sobrevaloración en la identidad y el pensamiento de los ciudadanos; esto es, que por encima de otras consideraciones, la brújula ideológica y moral sea un supuestísimo patriotismo, la devoción acrítica, sobrecargada de emocionalidad, a una bandera...

Creo que por todo eso, ya terminando mi reflexión, el Joker está en boca de todo el mundo, personifica el caos, nos puede asustar, pero -sería lo mejor- nos interpela en nuestra responsabilidad en él...