viernes, 21 de marzo de 2014

DISCRECIONALIDAD Y RESPONSABILIDAD...Y EL EXCESO DE ABOGADOS...

Un reciente editorial de La Nación sobre la brusca devaluación del colón, subrayaba -y daba nombre al escrito, Discrecionalidad y Responsabilidad- la importancia de la responsabilidad en la utilización de la discrecionalidad con que cuenta el Banco Central de Costa Rica para intervenir en el mercado cambiario, a fin de no desatar fuertes corrientes especulativas que volatilicen una variable tan crucial en el funcionamiento del sistema económico.

Nada que añadir, si acaso reseñar que la frase es aplicable a un sinfín de áreas de actuación gubernamental, en donde la ausencia de responsabilidad ha conducido a intentar -por la vía de las leyes- delimitar tanto la discrecionalidad que, hoy por hoy, uno de los más alarmantes obstáculos para el futuro de Costa Rica es la hipertrofia de su ordenamiento jurídico. Más pronto que tarde los procedimientos de ralentizan, se entraban, en virtud de alguna normativa, nueva o remota, que sea o no relativamente simple de cumplir, puede consumir considerable tiempo de aprobación o autorización.

A este problema coadyuva la sobrepoblación de abogados con que cuenta el país y que, de una u otra forma, vive de las leyes: Para cumplimentarlas, claro; pero también para conseguir interpretaciones favorables en medio de la maraña legal. Vale la pena interponer recursos de diversa índole, generar honorarios, retardar decisiones que presumimos adversas, lograr prescripciones o, simplemente, fastidiar a la otra parte que nos ganó una contratación...

Apunte cinematográfico: En la reciente American Hustle (La gran estafa americana, David O. Russell, 2013), el agente del FBI DiMaso -finalmente caído en desgracia por su excesiva ambición por pasar a la historia- dice que él es muy riguroso en el cumplimiento de su deber porque, de lo contrario, su país sería como Guatemala...Les habrá dolido a los guatemaltecos, pero así es de claro: Si no hay responsabilidad en el uso de la libertad vamos hacia una sociedad invivible, que sin el imperio de la ley, será una jungla, un sálvese quien pueda...

UN SUPERVIVIENTE EN AFGANISTÁN...

Lone Survivor (Peter Berg, 2013) cuenta la historia real del soldado Marcus Lutrell, un superviviente de una misión en Afganistán. En principio no excesivamente riesgosa, se complica por el fortuito encuentro del comando estadounidense con unos pastores de cabras...¿Qué hacer?, en un par de intensos minutos se cruzan distintos criterios entre los marines: Uno, liquidarlos; dos, inmovilizarlos (con riesgo de que si no los encuentran antes del anochecer sean devorados por fieras); tres, dejarlos ir y, de inmediato, dirigirse a una colina cercana para solicitar la evacuación y posponer la misión. Eligen este último recurso, el más humanitario...pero los pastores rápido corren a la aldea más cercana y avisan a los talibanes. Estos inician la persecución, mientras que el comando no logra, entre la agreste orografía afgana, establecer conexión con su base...

El único superviviente de la cacería talibán es rescatado por unos aldeanos que arriesgan sus vidas con esa acción humanitaria. El grupo armado talibán llega a atacar la aldea en donde refugiaron a Lutrell.

Heroísmo en ambos lados, solidaridad humana por encima de cualquier otra consideración. Lamentablemente, esta faceta, la que nos hace auténticamente humanos, la ejercemos excepcionalmente o, cuando menos, queda eclipsada por la bestialidad predominante...

Película modesta, pero que balancea la acción (con técnicas cada vez más refinadas para darle realismo estremecedor a las escenas de combate) con las secuencias para la reflexión.

Para los más exigentes: Sí, hay una cierta apología de la tecnología militar...Desde Francis F. Coppola y su inconmensurable Apocalypse Now (un imborrable viaje al corazón de las tinieblas), el helicóptero es un coprotagonista infaltable en las películas bélicas. No es raro que los directores -inspirados en el gran maestro Coppola- logren presentar el despliegue de esas aeronaves con una estética arrebatadora (me viene a la mente Black Hawk down) que te provoca una particular ambivalencia: La belleza que destruye...Eso sí, sólo FFC se atrevió, además, a ponerle música de Wagner...

viernes, 7 de marzo de 2014

DEBILIDADES EN LA CULTURA ORGANIZACIONAL...UN DECÁLOGO.

Mileidy, estudiante de Maestría, elabora una muy buena respuesta a la pregunta final del temario sobre el trípode invisible (misión, cultura organizacional y liderazgo): ¿Qué factor o factores principales cree usted que separan a su organización del ideal de cultura organizacional? Aborda con claridad y buena síntesis una serie de debilidades nada infrecuentes en organizaciones públicas; en la que ella trabaja es urgente el cambio cultural -nada sencillo ni rápido- porque es una institución autónoma que lleva ya varios años sometida a competencia, tras cincuenta años de monopolio...Añado algunos matices o pinceladas a lo expuesto por la estudiante, y cierta síntesis, para quedarnos en un decálogo...

1. La resistencia al cambio,  por problemas de comunicación (formas, plazos, alcances, involucrados), que se hacen más perjudiciales en tanto en cuanto los destinatarios no quieren ver afectada su zona de confort, ámbito territorial al que se aferran, en particular los funcionarios con larga antigüedad y nivel académico mediocre (pueden tener título desde luego, pero poco lo aplican y poco se han preocupado por actualizarse).

2. Falta de congruencia en las jefaturas, entre lo que exigen y lo que practican.

3. Ascensos inadecuados a dichas posiciones de jefatura.

4. Procesos o Areas desproporcionadas en tamaño y/o presupuesto. Casos de subutilización de recursos y, a la vez, áreas recargadas, con escasez de personal, recursos e instalaciones.

5. Recortes en Capacitación: No sólo son menos los beneficiados, sino que se hace más ostensible la ambigüa directriz acerca de quiénes son los beneficiarios.

6. Insuficiencias en control de gestión, esto es, ausencia de retroalimentación para establecer las decisiones correctivas pertinentes.

7. Gestión apaga fuegos en algunos Procesos o Areas, es decir, sin proyección de largo plazo ni rumbo establecido.

8. Excesivos niveles jerárquicos que implican prácticamente en forma inevitable, la burocratización, esto es, ralentización de los procedimientos.

9. Lo anterior, incide en déficits de comunicación descendente y, mucho más, en la ascendente.

10. Para cerrar con broche de oro, uno de los elementos más negativos y destructores de una sana cultura organizacional: Recompensas y reconocimientos poco equitativos...








lunes, 3 de marzo de 2014

ACERTÉ, MODESTIA APARTE...

En la entrada del pasado 12 de febrero, entre otras cosas, hacía el siguiente comentario cinematográfico...

...En la carrera de los premios Oscar me llamó la atención -descarté de momento la durísima historia del esclavo, la estafa americana y las obscenidades del lobo de Wall Street- y no me decepcionó en absoluto "Dallas buyers Club" (Jean-Marc Vallée, Estados Unidos, 2013), ojalá se lleve más de un merecido galardón, cuando menos, para las interpretaciones principal y secundaria....

pues eso...