martes, 9 de abril de 2024

LA PÉRDIDA DE COMPETITIVIDAD ECONÓMICA (Y POLÍTICA) DE LA UNION EUROPEA

En este mundo global en que vivimos una intensa revolución tecnológica, Europa, la Unión Europea para ser más precisos, está rezagándose y perdiendo competitividad (&), empezando por su motor, la economía alemana. Ignacio Domingo en elDiario.es (8-4-2024), informa de que Mario Draghi, expresidente del Banco Central Europeo, que tuvo un desempeño crucial en su mandato (2011-2019) para que no se produjera un hundimiento del euro, ha sido encargado para "perfilar una hoja de ruta que restaure la competitividad del club europeo". La receta básicamente propone, según sus primeras declaraciones, el regreso al modelo económico keynesiano en contraste con las predominantes propuestas neoliberales que propugnan la menor intervención del Estado, y que sean las fuerzas del mercado las determinantes en la política económica: "La Unión Europea debe liberar enormes cantidades de dinero si quiere superar la brecha de prosperidad".

En esta dirección lo está haciendo la administración de Joe Biden, y es la columna vertebral de la economía china, la intervención del Estado para incentivar los sectores estratégicos, esto es, los que encabezan la innovación tecnológica. Paralelamente, como bien sabemos, en lo político es un sistema autoritario, de partido único, lo que acelera la toma de decisiones y su ejecución, sin las incomodidades de un sistema democrático parlamentario...

En el plano geopolítico, el debilitamiento de la competitividad lleva consigo un retroceso en el peso político ante el reto que representa la Rusia de Putin, su invasión de Ucrania, y su visión digamos expansionista acerca de sus derechos sobre territorios que pertenecieron a la antigua URSS. Las declaraciones de Donald Trump sobre el rol de Estados Unidos en la OTAN si llega de nuevo a la presidencia, hacen pensar, señala Ignacio Domingo, en "una triple entente de Rusia, China y Estados Unidos que asedie a Europa"...

(&) Dependencia energética, costo de la transición a energías más limpias, inversión privada dirigida fuera de la UE, productividad estancada.

domingo, 31 de marzo de 2024

EL FIN DE LA LECTURA, EL DECLIVE DE LA DEMOCRACIA...

 Juan Manuel de Prada reflexiona sobre "el fin de la tradición letrada" (ABC, 30-4-2024), cita a dos clásicos de la literatura de ciencia ficción -diría que inevitablemente literatura distópica- y el futuro que anticipan sobre la lectura: En 1984 los libros se prohibían, en Un mundo feliz ya no hacía falta, nadie leía, Añado yo Fahrenheit 451, los bomberos se encargaban...de quemar libros, Reflexiona de Prada, y lo comparto, que estamos en la etapa del fin de la lectura y, con ello, damos un paso más en la decadencia de la civilización.

Los síntomas son tan abrumadores como inquietantes. Me referiré al deterioro de la política e, indisolublemente, al desgaste de los sistemas democráticos, de la mano del excelente  análisis de Manuel Villoria en "Etica, política y frutas de temporada" (El País, 28-3-2024). Si don Manuel llega a leer el artículo anterior seguro que lo incorpora a su reflexión: Una clase política inculta que ha llegado a la política habiendo leído muy poco,  y que carece tanto de recursos dialécticos como de prescripciones éticas, "dando la imagen -dice Villoria- de que la política es la esfera de lo sucio, de la mentira, de la manipulación permanente...". Cuando debe de buscar, ante tantas incertidumbres que asoman en el futuro -o, dicho de otra manera, ante las certezas  del rumbo apocalíptico que llevamos- la conciliación de intereses divergentes, "la compleja construcción de un interés general que nunca está predefinido, sino que es fruto de la interacción, la escucha mutua y la deliberación...".

Al envilecimiento de la política contribuye la revolución tecnológica que posibilita el seguimiento de la conducta de los políticos hasta en los más nimios detalles - !eso está muy bien! pensarán-, pero que se convierte en munición, via efecto viral en redes, para enfangar el debate político, convertirlo en un interminable cruce de acusaciones y recriminaciones, en un lamentable espectáculo que aleja a la ciudadanía de la política, lo que se traduce o en abstencionismo, o, no estoy seguro que es peor, entregarse al candidato populista y demagógico, el fenómeno Trump me ahorra más descripciones.

En definitiva, sigo la diagnosis de Villoria, la ausencia de diálogo abre el espacio al autoritarismo, a la supuesta ejecución de soluciones rápidas y auténticas que el politico mesías sí proporcionará...

jueves, 14 de marzo de 2024

SIGUIENDO CON TRUMP...

Me preocupa mucho la posibilidad de que llegue de nuevo a la presidencia de los Estados Unidos Donald Trump. He hecho referencia a ello en varias de las últimas entradas al blog. Me impresiona -negativamente desde luego- cómo puede tener tantos millones de seguidores un individuo con un curriculum personal, empresarial y político tan lleno de irregularidades.

Clarificador ha resultado el artículo de Richard K. Sherwin en Project Syndicate (11-3-2024), "Qué ven los  cristianos fundamentalistas  en Trump". Describo no textualmente las ideas más relevantes: Para los fundamentalistas religiosos, sean del credo que sean, el código de creación de sentido (el código hermenéutico) se basa en los libros sagrados, ven la realidad a través del cristal de la fe, avistando señales proféticas. Para el caso de Trump, sus seguidores consideran que "hay fuerzas espirituales obrando a través de él /...) un instrumento divino (,,,) para destruir el mal supremo o abrir el camino al bien supremo"...

Lo más  grave e inquietante, más allá de esa personificación en Trump, cierra su reflexión el autor, es el nacionalismo cristiano que busca "equiparar la identidad cristiana con la identidad estadounidense", fuera de este marco teológico no hay nada, no hay capacidad de diálogo y deliberación. Su razón religiosa es la única válida, base ideológica para el autoritarismo, que encarna un sujeto como Donald Trump y pone en peligro, como ya lo hizo en la algarada de enero de 2021, el funcionamiento del sistema democrático.