Esta es la dolorosa sensación después de la catástrofe de ayer, de mi amado club de fútbol, el objeto de mi más inútil pasión. Pasará a ser recordado más que por épicas actuaciones, por la ridiculísima de ayer (agravada con el precedente del año anterior). Se hundió el trípode, concepto ya conocido por los visitantes usuales del blog, y por los estudiantes que, por una vez al menos, deben de visitarlo. Si no, recomiendo entradas de 19/12/2012, 1/12/2010 y 15/6/2009 (probablemente pasarán a ser obligatorias para los estudiantes).
En el gimnasio, tratando de olvidar la pesadilla, al menos temporalmente. Imposible, en las teles están los canales deportivos. No me faltan ganas de decirle al eficiente y servicial Migue que ponga canales de chismorreo y cocina. En uno de los programas aparece el análisis de Jose Mourinho: El factor principal del éxito ha sido Jürgen Klopp, su mentalidad, su personalidad. Totalmente de acuerdo -al menos por una vez- con ese representante del peor madridismo; no utiliza la palabra clave, del trípode: Liderazgo, pero es claro que a eso se refiere, a lo que el entrenador supo transmitir, inculcar, inocular en sus jugadores, a pesar de las dificultades, de los pronósticos. Todo lo contrario en el Barça, nulo liderazgo, dentro y fuera de la cancha. Liderazgo a lo sumo doméstico de Ernesto Valverde y, como señala Emilio Pérez de Rozas en El Periódico de Barcelona, un Messi como el que juega con Argentina...
En el gimnasio, tratando de olvidar la pesadilla, al menos temporalmente. Imposible, en las teles están los canales deportivos. No me faltan ganas de decirle al eficiente y servicial Migue que ponga canales de chismorreo y cocina. En uno de los programas aparece el análisis de Jose Mourinho: El factor principal del éxito ha sido Jürgen Klopp, su mentalidad, su personalidad. Totalmente de acuerdo -al menos por una vez- con ese representante del peor madridismo; no utiliza la palabra clave, del trípode: Liderazgo, pero es claro que a eso se refiere, a lo que el entrenador supo transmitir, inculcar, inocular en sus jugadores, a pesar de las dificultades, de los pronósticos. Todo lo contrario en el Barça, nulo liderazgo, dentro y fuera de la cancha. Liderazgo a lo sumo doméstico de Ernesto Valverde y, como señala Emilio Pérez de Rozas en El Periódico de Barcelona, un Messi como el que juega con Argentina...
