El secuestro (A hijacking, Tobías Lindholm, 2012): Tratamiento escandinavo -danés- del secuestro de un barco mercante en las peligrosas aguas del Golfo de Adén, en donde proliferan los piratas del siglo XXI, somalíes particularmente. La antítesis del cine hollywoodense: Contenida, pausada, invitando al espectador a reflexionar sobre lo que está viendo. Contraindicados nachos, palomitas y similares delicatessen...
Pacto de silencio (The company you keep, Robert Redford, 2012): El
maestro Redford dirigiendo y actuando. Historia intensa sobre los costos
personales del compromiso político radical, con el sacrificio añadido de
cargar con culpas ajenas por la pasión amorosa, tan inefable, tan adormecedora
de la racionalidad. En este caso, también por amor, ya no la explosión juvenil,
sino por la comprensión del verdadero sentido de la vida y del compromiso, le será
devuelta al protagonista su dignidad y su lugar en el mundo.
Disconnect (Henry
Alex Rubin, 2012): De obligada visión para jóvenes -estudiantes de
secundaria- y para sus papás. Varias historias que confluyen; su hilo
conductor, el mundo virtual ilegal y la creciente incomunicación personal entre
parejas y en el seno de las familias, paralelamente a la mayor
conectividad -que no comunicación- internáutica. El caso más revelador y
aleccionador, el del ciberacoso a un colegial. La calificación
PG (parental guide, guía de padres o adultos para ver la película) más
justificada que nunca...