lunes, 27 de marzo de 2017

MRS. SLOANE: SUICIDIO PROFESIONAL...

Este podría ser el complemento al título muy abierto, sra. Sloane (John Madden, EE.UU, 2016), y también podría ser: "...y en esas llegó Trump". Con inevitables ingredientes hollywoodianos, el mensaje de la película es muy valioso. El alegato final, broche brillante a la interpretación soberbia de Jessica Chastain, explicita para todo público con uso de razón, el quid de la cuestión, el cáncer de la democracia que abre paso a falsas soluciones y a falsos profetas...

En concreto, Elizabeth Sloane es una lobbysta, una especialista en impulsar leyes -o lograr obstaculizarlas- de interés para poderosísimos grupos de presión. Los instrumentos utilizados para lograr el voto favorable de congresistas o de senadores van traspasando la línea de lo éticamente aceptable, tanto más a medida que la oposición a la propuesta del lobby se hace más tenaz. La película recuerda concluyentemente que es la irresponsabilidad de los políticos la que debilita el sistema democrático: Sloane dixit: No soy yo -la lobbysta- el parásito de la democracia, sino los representantes públicos los que parasitan, con sus miedos y sus ambiciones, el sistema democrático estadounidense.

El suicidio profesional de Sloane, el terremoto político que provoca su alegato final, deja agitándote la retina y la conciencia...sobresaliente puesta en escena...¿y el mundo real? ¿Existe un(a) Sloane? ¿Hasta dónde se podría corregir el rumbo más allá de la purga de los pillados in fraganti en el escándalo? ¿Cómo sanear la democracia tan contaminada por el dinero, tan asaeteada por ambiciones desorbitadas que hacen aflorar con facilidad lo más oscuro del ser humano?

En esa atmósfera política, ¿pueden sobrevivir especies guiadas por la nobleza y la integridad?

Rotundamente no. Sólo nos queda apelar a los contrapesos - me sospecho que cada vez más livianos- previstos en un Estado de Derecho: Jueces y políticos honestos, por pocos que sean; medios de comunicación independientes y, sobre todo, el más decisivo, ciudadanos dispuestos a  hacer oír su voz, a ejercer sus derechos día a día, lejos de limitarse a depositar papeletas cada cuatro años.

sábado, 25 de marzo de 2017

PARA PENSAR (Y REPENSAR EN ALGÚN MOMENTO)...

Voy acumulando artículos que leo y algo destaco, subrayo, pienso que contienen alguna idea para posteriormente repensar y tratar de hilar con otras...

A falta, más que de tiempo, de capacidad de concentración para ese hilvanar, las dejo apuntadas aquí, no sólo en mis recortes de papel, a la antigua, como cuando iniciaba mis estudios en la universidad...

José Manuel Romay B. le dedica al recientemente fallecido Tzevan Todorov, una muy enjundiosa expresión: "anatomista del alma"...En el mismo artículo, cita a R.M. Rilke: "Lo que transcurre aprisa pronto ha de pasar, sólo lo que queda nos inicia...".

Sobre el caso de los 43 estudiantes asesinados en Ayotzinapa (México), en setiembre de 2014, y que sigue sin resolverse. Carlos Beristáin, uno de los expertos del grupo interdisciplinario de investigación nombrado por la OEA, resume magistralmente en tiempos de muros: "México está erigiendo su propio muro en contra de la verdad". Es una cita de Francisco Goldman en The New York Times (3-3-17) que apunta el riesgo de que el muro de Trump sea coartada que sirva a las autoridades mexicanas para desviar la atención de ese caso y de otros, gravísimos, en los que todo indica la intensa penetración de mafias de diversa índole en las entrañas del Estado.

John Carlin en El País  (6-3-17): "El populismo es la nueva religión política del siglo XXI". Trump y demás líderes populistas "son vistos por su gente como redentores"...

A los mediocres se los convierte en pobrecitos, los vagos en maltratados, los cínicos en mártires. Cita no textual del sobresaliente artículo de Pablo Barahona en La Nación (6-3-17), "El aplauso de los 'excelentes'", como reflexión ante la noticia (La Nación, 7-12-16) de que el año pasado sólo 49 empleados públicos perdieron su bono de desempeño sobre un total de 33.500. Esto es, el 99,9% fueron calificados como buenos, muy buenos y excelentes. Insumo sensible para mi carpeta -muy gruesa ya- titulada "crisis de la democracia"...Como subtítulo me tienta la memorable frase del inefable presidente Frank Underwood ("House of Cards"): "No me negarán que la democracia está muy sobrevalorada"...

"El nacionalismo, en suma, explica pasado y presente en términos reconfortantes, tranquiliza y consuela a quienes se alimentan de él. Expresa el egoísmo y el narcisismo colectivos. Su triunfo es, por eso, inevitable. Entre los necesitados de simpleza, habría que añadir. Pero los necesitados de simplezas, ay, son mayoría, y la mayoría decide las elecciones. Del emparejamiento entre nacionalismo y democracia espero lo peor. Veremos muchos Trump y muchos Le Pen". José Alvarez Junco El País (26-2-17).