Como todo parecía indicar -la falta de crecimiento económico, de inversión, de crédito y, en suma, la ausencia de expectativas favorables- la tasa de paro en España, principal problema del país, supera el 21% de la población activa, esto es, en cifras absolutas, casi cinco millones de personas que buscan empleo. Gigantesco problema, bomba de tiempo, al que nos referíamos hace unos meses, "Paro bomba...sin estallido" (13-3-2011)...Y, claro, a medida que la bomba se va cebando, más probable el estallido...
Cabe subrayar que una de las manifestaciones de malestar acumulado se está desarrollando por vías civilizadas: El Movimiento del 15-M, también citado a menudo como el movimiento de los indignados...
La receta principal para la supuesta salida de la crisis se está fundamentando en los recortes presupuestarios en el sector público lo que, sumado a la atonía de la inversión privada, hace imposible no sólo la creación de empleo, sino el cese de su destrucción...Se despilfarraron muchos recursos en la época de vacas gordas, ver un botón de muestra en "Cifras para indignarse", (entrada de 9 de julio), y existe un exceso de puestos medios y altos, y en instituciones a veces redundantes, que obedecen a criterios sólo políticos, de beneficio para militantes y parientes, cuya desaparición no representaría ninguna pérdida en la operatividad o eficiencia institucional, al contrario si acaso. Ahí es donde debería aplicarse bisturí y no en puestos básicos para dispensar los servicios públicos esenciales para la calidad de vida de los ciudadanos: salud, educación y protección de la tercera edad.
Otra área sobre la que actuar sería la reasignación de inversión pública, suspendiendo obras de infraestructura no prioritaria como las apuntadas en el post citado (ferrocarril AVE, aeropuertos) y en ciertos edificios públicos que parecieran obedecer a criterios de comodidad y ostentación para los funcionarios...
¿Impuestos a los "ricos"? Se ha hablado mucho al respecto, porque es muy justo que paguen más los que más tienen, pero me convenzo de que cuentan con asesorías de lujo para encontrar escudos fiscales o simplemente exportar capital, legal, pseudo-legal o ilegalmente...
Confiemos en que, en medio de tantos indicadores peligrosos, vaya ganando terreno entre la clase dirigente la insoslayable necesidad de aplicar medidas más solidarias a este entramado de problemas socio-económicos. De lo contrario, vamos hacia un mundo cada vez más desequilibrado y, por lo tanto, más inseguro, personal y colectivamente. Un mundo en que, tarde o temprano, los simios -y entiéndase éstos no necesariamente en forma literal- lo dominarán...