lunes, 8 de septiembre de 2025

FIN DE SEMANA DE CINE: SI NO ESCOGES FANTASÍA...REALIDAD...

Fin de semana cinematográfico como hacía mucho tiempo que no disponía. Vamos a comentar el "menú" seleccionado:

Vestida para matar (Dressed to kill, 1980).: Thriller de gran impacto en su momento, en una versión siglo XXI tendría más sexo, violencia y, sería deseable, más pistas sobre el porqué del travestismo psicopático del dr. Robert Elliot, una versión del Dr.Jeckill. Ahora en redes sociales no faltarían ataques por parte de los más fanáticos activistas LGTBQ, por amalgamar travestismo y psicopatía...

Adentro (Inside, 2023): William Dafoe sostiene la trama que sucede dentro de un apartamento cargado de soluciones tecnológicas y de arte. Su creatividad para escapar -un aparente fallo tecnológico lo deja encerrado- lo lleva a ejercer tamaña destrucción que, a la vez, toma forma de arte...post-modernista desde luego...La destrucción creativa que acuñara originariamente el economista Joseph Schumpeter...

Incontrolable (Unhinged, 2020): Russell Crowe como psicópata, al igual que en Vestida para matar, encuentro a faltar más eleboración del porqué del núcleo psicótico del protagonista, desatado a partir de un pequeño incidente de tránsito. La evolución técnica del cine da un realismo que conmociona a las maldades que perpetra Tom Cooper.

Paris, Texas (Paris, Texas, 1984): Aclamada cinta netamente estadounidense, por su guión y ubicación, pero dirigida por un maestro alemán, Wim Wenders. Disección de un período de una familia. Lenta, minuciosa, muy bien interpretada, contrahollywoodiana: Pasan pocas cosas, pero cada plano, cada diálogo, incluso cada silencio atrapa tu atención y tu reflexión. La belleza de Nastassja Kinski -y su interpretación en el peep-show- absolutamente memorables.

Imperdonable (Unforgiven, 1992): Oscarizado western protagonizado y dirigido por Clint Eastwood, retrato de una época -el "salvaje Oeste"- y de una redención personal, la de William Munny, interpretado con su particular carisma y magnetismo por Clint.

Reflexión al lunes siguiente..La sociedad estadounidense tan marcada por la violencia, sembrada en violencia, contra los indios, contra los negros, entre ellos mismos. Y la soledad, cuyas salidas pueden llevar a decisiones muy equivocadas, suelen ser huídas...

miércoles, 3 de septiembre de 2025

SOBRE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL: SEGUNDO APUNTE.

El título ya anticipa que va a poner de lleno el dedo en una llaga que va a ser difícil de cauterizar: "Hay una crisis de estudiantes haciendo trampa con la IA. Las universidades deben cambiar" de Clay Shirky, vicerrector de la Universidad de Nueva York (The New York Times, 30-8-2025). Esto es, que los estudiantes utilizan chatbots de IA, ChatGPT el más conocido, para hacer sus tareas, se ha superado la fase en que el esfuerzo consistía en dedicar las horas de estudio a efectuar búsquedas en Google y cortar-pegar lo que se apreciaba como más pertinente. Ahora ni eso, le "encargas" la tarea a la IA, externalizas el estudio en palabras de Niall Ferguson, que citábamos en la entrada anterior; el estudiante lee menos, desarrolla menos su pensamiento crítico y su capacidad analítica, en definitiva, no enriquece su vocabulario, la materia prima para articular lo que elaboras en tu conciencia. Por eso concluye: "últimamente pienso mucho en el catastrófico efecto que está teniendo (la IA) en la inteligencia real".

El vicerrector Shitky, ante este panorama, manifiesta: "...necesitamos nuevas formas de exigir el esfuerzo necesario para el aprendizaje...". Menos trabajo escrito para la casa y un retorno a la oralidad, a evaluar conocimientos en tiempo real. Podría decirse que paradójicamente, en esta época de imparable revolución tecnológica y de ascenso irrefrenable de la virtualidad, regresar a prácticas medievales, de cuando se iniciaron las instituciones universitarias, más orales y relacionales, no sólo se trata de la transmisión de conocimientos, sino también de la formación de identidades,

martes, 29 de julio de 2025

SOBRE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL: PRIMER APUNTE…

Estoy leyendo artículos y noticias sobre la Inteligencia Artificial, una innovación disruptiva que está implantándose -captando usuarios- a una velocidad como ninguna anterior y, asimismo, evolucionando hacia formas más perfeccionadas a similar ritmo. Un par de consideraciones a partir de esas lecturas:

Los LLM, por sus siglas en inglés, (Modelo de Lenguaje Grande, traducido literal), los lenguajes con  los que se impulsan los chatbots se nutren de todo lo que se les alimenta, lo que incluye “aguas residuales” como señala eufemísticamente un autor(1), y si comen eso, vierten eso, lo que a su vez se convierte en nuevo alimento para el LLM.

La IA tiene un efecto catastrófico en la inteligencia real reflexiona Niall Ferguson (2), refiriéndose muy particularmente al ámbito académico, se hunden las horas de estudio, sustituidas por búsquedas de respuestas por ChatGPT y demás aplicaciones de IA, constituye una “externalización del estudio” que, claro, ahorra lecturas y, con ello, el desarrollo del pensamiento crítico y la capacidad de estructurar análisis….

Y ante este diagnóstico, copio la radical propuesta de este autor…

    Entonces, ¿cómo deberían responder las universidades? Recientemente, sugerí cinco pasos clave en la Universidad de Austin, de la cual soy consejero fundador:

  1. Crear un espacio aislado en el cual se puedan conservar los métodos tradicionales de aprendizaje y del que estén excluidos todos los dispositivos. Se llamaría «el claustro».
  2. Partir de la base de que todo estudio fuera del claustro se llevará a cabo usando LLM. Este espacio se llamaría «la nave espacial».
  3. Dentro del claustro, reservar tiempo para: a) leer libros impresos, b) debatir textos y problemas, c) escribir ensayos y conjuntos de problemas con papel y boli y d) evaluar mediante exámenes escritos y orales.
  4. Establecer unas siete horas de trabajo al día en el claustro, reservando la IA para el tiempo en la nave espacial y vacaciones.
  5. Revisar todos los procedimientos de admisión para garantizar que las universidades atraen a estudiantes capaces de sobrellevar la disciplina del claustro así como las oportunidades de la nave.

                     

 

(1)  “El chatbot de Musk empezó a proferir propaganda nazi. Esta no es la peor parte”. Zeynep Tufecki. TNYT, 14/7/25

(2)  “El gran robo de cerebros de la IA y cómo las universidades pueden contrarrestarlo”. Niall Ferguson. El Mundo. 13/7/25


miércoles, 18 de diciembre de 2024

FRANTZ: LA PELÍCULA MÁS ANTIBELICISTA QUE RECUERDO...

Frantz (Francois Ozon, Francia, 2016) merece este titular con sólo una escena de combate de guerra de un par de minutos. No lo es por lo explícito, sino por la devastación interior que, de forma contenida -casi diría anti-hollywoodense- muestran los protagonistas, el duelo por haber matado -arrepentimiento y búsqueda del perdón- y el duelo de los dolientes -vacío y conmoción irreparables-.

También me mueve al titular que he escogido, la escena en la cervecería, con las palabras del padre del soldado fallecido (protagonista no presente, aparece sólo algo menos de cinco minutos), recordando a sus contertulios que los responsables de los soldados alemanes muertos -estamos en 1919, al año del final de la Primera Guerra Mundial- no son los soldados franceses, del mismo modo que los soldados alemanes no son los responsables de la muerte de los soldados franceses, sino él y ellos, que no impidieron, en nombre de la supuesta defensa de la Patria amenazada, que los políticos mandaran al matadero -eso fue la contienda- a sus hijos. Qué incontables historias de inenarrable dolor detrás de la frías y terroríficas cifras de muertos (voy a Google, diez millones más veintiún millones de heridos).

Hace poco leía la frase "el lenguaje es el que crea los enemigos". También es el lenguaje el que puede cerrar las profundas heridas del duelo por los seres queridos, irreparablemente perdidos...y asimismo puede ser el silencio, un oportuno silencio el que no cree más dolor. Los protagonistas de la película  (historia en minúscula) sacan lo mejor de ellos como seres humanos, la capacidad de perdonar. La realidad de lo que aconteció en la Historia (así, con mayúscula) fue que el lenguaje se convirtió en arma simbólica y letal, previa al arma de combate, que agitó el sentimiento de humillación, convirtiéndolo en resentimiento y ánimo de venganza. El mismo año en que transcurre la película, 1919, inicia su carrera política Adolf Hitler que, quince años después, pasa a regir como Canciller, el destino de Alemania, y la encamina al peor capítulo de la Historia de la humanidad, la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto del pueblo judío. Justo es terminar aludiendo a que el pueblo víctima ha pasado a ser victimario, del pueblo palestino, en la peor catástrofe de lo que llevamos del siglo XXI...

martes, 10 de septiembre de 2024

ENTRE UNA ZONA DE INTERÉS Y UNA CAÍDA...

Juego con los títulos de dos obras maestras cinematográficas que tuve la oportunidad de ver el fin de semana pasado: La zona de interés (Jonathan Glazer, RU, 2023) y Anatomía de una caída (Justine Triet, Francia, 2023). . En el primer caso, una película sobre el nazismo y uno sus rasgos más característicos, acuñado en forma imperecedera por Hannah Arendt, la banalidad del mal. La capacidad para comportarse atrozmente de un ser humano aparentemente normal y corriente, que puede alternar una vida socialmente aceptable con otra incalificable.

La película nos muestra los anhelos y aspiraciones, la vida hogareña cotidiana, de una familia acomodada que vive junto a un campo de concentración, en la Alemania nazi, a inicios de los cuarenta del siglo pasado, y cuyo comandante es el cabeza de esa familia. En lugar de ir a trabajar como alto ejecutivo de Volkswagen o de Siemens, él va a dirigir el campo. Su principal preocupación por la eficiencia productiva no es cómo lograr fabricar  más coches, sino cómo matar judíos, más rápidamente, en los hornos crematorios (una preocupación, guardando las distancias, no muchas, con lo que el gobierno de Benjamin Netanyahu viene haciendo con los palestinos).

El film te provoca una honda reflexión sin estridencia alguna: No hay ninguna imagen de lo que sucede en el interior del campo de exterminio, apenas alguna humareda y algunos sonidos anómalos...Hacia el final, otra sacudida interrogativa: Qué piensa en el fondo de algún remoto rincón de su conciencia este nazi, que le dice a su mujer, en una conversación telefónica, que está pensando en cómo se podría gasificar a toda la concurrencia, de una fiesta a la que está asistiendo con altos mandos del régimen, dado que sería muy difícil por la altura del salón en donde se encuentran...

Y un último apunte: Estos individuos no son sólo enfermos morales, también fisiológicos. Está en tratamiento con un doctor, le dice que se está alimentando bien, que orina y defeca sin ninguna molestia, pero que tiene frecuentes vómitos...Algo dentro de él, de nuevo, en algún recóndito rincón del alma -por obscura que sea- se le hace insoportable...literalmente vomitivo,,,

En Anatomía de una caída asistimos a la anatomía de un matrimonio, la radiografía de su final, de su caída simbólica o subjetiva, a la que continúa una real y objetiva...Del mismo modo que en la cinta anterior decíamos que no cuenta con escenas explícitas esperables (y usuales, en el caso del sexo como si nos quisieran enseñar al respecto, o no supiéramos qué va a pasar...y cómo terminar), así ocurre en esta otra, sexo y violencia no aparecen, sólo -en forma paradójica tratándose de cine, de un lenguaje visual- en un audio de una muy fuerte discusión, grabada en una USB, y que resume en forma admirable las causas de la crisis, no sólo de la pareja protagonista, sino de un sinnúmero de parejas. Un diagnóstico muy elocuente del porqué del momento crítico de un matrimonio echándose en cara quién puso más (memorable canción de Víctor Manuel), quién cedió más, quién se sacrificó más...

jueves, 5 de septiembre de 2024

WALL STREET: UN GRAN CASINO,,,

En abril de este año podían leerse noticias acerca del alza para el primer trimestre del año. en las bolsas de valores mundiales, encabezada por la más importante, la de Nueva York, ubicada en Wall Street, Una causa medular fue el entusiasmo inversor -euforia, pura emocionalidad-  en empresas desarrolladoras de Inteligencia Artificial. La líder al respecto, Nvidia, aumentó su valor en 277.000 millones de dólares...Este lunes pasado, Nvidia sufrió una baja del 9,5%, su valor se redujo...en 279.000 millones. Un vertiginoso giro, una asombrosa bipolaridad...como que no hay para tanto con la IA, que tras el contagio desmesurado del hallazgo de un nuevo El Dorado, cesa el sueño de opio y. ya con más razonabilidad, muchos inversores no tienen claro que vayan a recuperar con rentabilidad atractiva las fortísimas y continuadas inversiones que requiere la IA...

El episodio me ha hecho recordar un experimento que leí en un ameno libro de memorias de un  economista y consejero bursátil, hace muchos años; la verdad no recuerdo ni el título ni el autor. Unos periodistas de un periódico económico financiero, tal vez el Wall Steet Journal, compraron un paquete de acciones siguiendo las recomendaciones de los expertos. Y otro paquete  resultado de lo siguiente: Pusieron en una pared la página con las cotizaciones del día y tiraron dardos...compraron las señaladas en donde los dardos perforaron... Al cabo de un tiempo, no recuerdo cuánto, la rentabilidad obtenida era muy similar para ambos paquetes de acciones...

DE NUEVO SOBRE "CES" CULTURALES...

Ya he reiterado la curiosidad lingüística de que podemos caracterizar una cultura organizacional sana con palabras que inician con la letra ce y que constituyen un círculo auténticamente virtuoso: Comunicación, cooperación, cohesión, confianza, compromiso.

A raíz de un reciente artículo de la escritora Irene Vallejo (El País, Madrid, 25-8-24), comparto (otra bonita ce) el siguiente encadenamiento de ces: Conversar de verdad es comunicar buscando colaborar, conservar, convivir, crear comunidad...

Acaba su reflexión la autora diciendo que la tecnología no enseña a conversar. En efecto, a más tecnología, menor capacidad de conversar de verdad, de comunicarnos en la forma más valiosa, con el mayor ancho de banda...