Este es el título de una inolvidable película del talentoso David Fincher, de esas que te dejan impresiones duraderas, que rememoras en más de una ocasión, de imprevisto te viene una imagen a la mente, pensando, leyendo, conversando...
Me parece que el resorte que retiene el recuerdo y, posteriormente, impulsa la remembranza es que, si bien, es incontestable la locura homicida del protagonista, asesino en serie, no dejas de comprender su razonamiento básico de querer combatir el mal, ejemplificado en esta obra, en cada uno de los siete pecados capitales. Otra cosa es que lleva a un extremo insoportablemente sádico su particular sentido de la justicia.
El final es imborrable: Sabedor de que merece castigo (seguramente sólo por su pecado de envidia, que le lleva al sexto asesinato, los anteriores de fijo que no le causan culpa), excita la ira (sétimo y último asesinato) de uno de los dos investigadores que lo persiguen, de manera que, también desde el lado de los buenos hay pecado...
Pues bueno, esta entrada al blog es una muestra de este poder evocador de tan magistral como inquietante película, ya que lo inicié queriendo comentar que la actual crisis económica que viven varios países de la Unión Europea y, muy particularmente, España podría explicarse y sintetizarse haciendo alusión a los pecados capitales (en varias entradas ya lo hemos intentado hacer desde una óptica técnica), síntesis integral de las debilidades de la naturaleza humana... que a veces creo inevitablemente irredimibles hasta que sobrevenga el Apocalipsis (lo que provoca estados pseudo-depresivos expresados en la entrada "Todo está ya dicho")...
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Como el profesor indica, en su comentario, la naturaleza humana hace que las personas se comporten diferente y puedan caer en alguno de los siete pecados capitales. Dentro de esto, se incluye los dueños de las compañías que siempre van a querer tener ganancias.
ResponderEliminarHe notado que muchas de estas personas tienden a caer en el pecado capital de la avaricia, ya que aumentan los precios de los productos para tener mayores ganacias. También caen en la envidia, al ver que hay otras empresas que son su competencia, obtan por destruirlas.
Ante esta situación, en Europa, no considero que se pueda hacer mucho, ya que que no es una unica persona la que manda en todos esos paises. Más bien parece que el problema que tienen, se pasa de presidente a presidente y ninguno hace nada para de ternerlo. Y que los mismos presidentes de Europa hablan entre si, y ven que no pueden cambiar las cosas por más buenos deseos que tengan.
Lastima que la mayoria de paises aun ahonde los pecados de la avaricia,gula,pereza,ira,envidia,y soberbia, es muy facil criticar a paises como Europa y España, pero eso se da a nivel mundial, veamolos con nuestro país Costa Rica, los presidentes sufren constamentemente de avaricia, ya que son desleales, roban, engañan, manipulan a la patria, como es caso del Precidente Fiqueres Ferrer que en el año 2004, recibido US $ 900 mil, provenientes de la compañía francesa Alcatel, despues de varias denuncias que se hicieron contra el, salio del país con ese dinero y volvio cuando el caso prescribio. Si lo vemos con nuestro actual presidente Don Luis Guillermo Solis sale constamente de viajes con su esposa e hijos con el dinero de Costa Rica y actualmente en su gobierno, no se han visualizado grandes cambios, pero no cometamos el pecado de la soberbia fijandonos solo en los altos cargos, nosotros los ciudadanos padecemos de todos los pecados capitales incluyendo la gula, ya que preferimos botar comida o comer hasta ya no poder y no nos dignamos a ayudar a los demás.
¿Sera posible?, evitar a toda costa cometer alguno de los anteriores pecados descritos, la siguiente reflexion es muy clara.
“La autoestima, el conocimiento del mundo de los negocios, aprender de los demás para subir la escalera corporativa, el celo, la prudencia, el aprecio del cuerpo y el disfrute de la vida no parecen en sí nada malo, pero sí lo son cuando se usan para descartar los 7 pecados capitales. ( Quinn,2009)
Muchas gracias Melania: Sí, los pecados capitales, con y sin comillas, son universales, globales. Inherentes a la naturaleza humana...Para los lectores, una pequeña corrección, el ex-presidente citado es Figueres Olsen, hijo de Figueres Ferrer.
EliminarExcelente final con la cita de este autor (supongo que en el documento en papel estará la cita bibliográfica) Quinn.