Entre los muchísimos y variados
análisis de las elecciones en Cataluña del pasado 25 de Noviembre, entresaco
varias frases de un artículo de ayer de Pablo Sebastián, director del digital República de las ideas (www.republica.com) porque, a mi juicio,
resumen la opinión mayoritaria de los medios de Madrid:
Uno, “…la locura independentista
de CiU en Cataluña, que los ciudadanos de a pie, afortunadamente, han
rechazado…” De nuevo, ya ven, pretender la independencia es una cosa enfermiza,
de atención psiquiátrica, avalada por casi el 50% del electorado catalán (votos
de CiU, ERC i CUP), y que en escaños, suman 74 de 135, mayoría absoluta
parlamentaria.
Dos, “…el fracaso y locura de
Artur Mas han beneficiado a España y por lo tanto el problema catalán ha
quedado aplazado sine die…”. Locura,
por supuesto, no puede faltar; fracaso, totalmente cierto; qué dicha que
reconoce que hay un “problema” , parece sugerir que no sólo psiquiátrico;
aplazado, no, esta es una muy interesada interpretación, lo que se ha aplazado es
la aceleración que estaba tomando la resolución más traumática del indiscutible
“problema”: la separación de España.
Tres, “…¿a quién va a recurrir el
nuevo gobierno catalán para salvarse de la quiebra que no sea España?”. Bueno,
esto ya es el acabóse, que para las deudas Cataluña haga como si no perteneciera
a España, pero para todo lo demás que no se le ocurra dejar de disfrutar de su sagrada pertenencia a España…
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