Divertida y no tan descabellada expresión de Larry Elliott, director de la sección de economía de The Guardian, en un artículo reproducido por Sinpermiso. Ante la insuficiencia de la política monetaria convencional para reactivar la economía mundial, en riesgo de recaer en una nueva crisis (en Costa Rica, primer estornudo del colón, el salto en pocos días de algo menos de 510 a los 530 por dólar), a pesar de los tipos de interés muy bajos y, sobre todo, por la ineficiencia del sistema bancario en su labor de intermediación, esto es, de hacer llegar los estímulos de política monetaria en forma de crédito para empresas y familias.
Los bancos están acumulando -y les están obligando- en el marco de las normativas de Basilea Tres, provisiones por si las cosas empeoran después de haber sido ellos los que atizaron el endeudamiento más irresponsable. Por otra parte, compran deuda pública que les reditúa favorablemente con muy escaso riesgo (carry trade, el BCE presta a tasa casi cero y compran deuda pública al 3'5%). Deuda pública que genera una carga financiera para los presupuestos públicos que va en detrimento de la inversión social necesaria para no empobrecer más a los ciudadanos, y no crispar más el descontento social de un número aceleradamente creciente de familias sin trabajo y, por lo tanto, con ingresos muy bajos e inestables. Una deuda -y hablo en especial en el caso español- que se disparó para evitar el pánico subsiguiente a la quiebra de varias instituciones financieras. Un rescate del sector bancario de miles de millones de euros, pues el sacrosanto mercado falló estrepitosamente en su supuesta eficacia para la asignación de los recursos, en lugar del ineficiente, lento, pesado y corrupto Estado....al que, eso sí, acudieron corriendo a pedirle todo tipo de ayudas cuando su irresponsabilidad les iba a estallar en la cara...Ante esta panorama, tirar dinero desde un helicóptero no suena tan ilógico...
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