El título abre rápido el interrogante de cuáles serán estos tres estratos fronterizos que plantea la película de Netflix (J.C. Chandor, EE.UU, 2019).
Uno, el tradicional geográfico, en este caso la excepcional y tremenda cordillera Andina. Dos, la de la amistad, actos que no cometerías con un amigo, una frontera que no cruzarás pues algo irreversible sucederá con el vínculo. La tercera, ¿hasta dónde estarás dispuesto a llegar por el dinero?
Simbolismo muy sugerente las bolsas de dinero que acaban en un precipicio. Una reformulación del legendario la bolsa o la vida...
La triple frontera, muestra a un grupo de 5 hombres con virtudes y defectos como los de cualquier ser humano, quienes han servido a su país militarmente durante tantos año y sienten el gran pesar de no haber hecho algo por su vida y la de sus familias. Tras la evidente desesperación se enfrentan a la oportunidad de tener el poder económico que tanto anhelan como jefes de familia, pensando en el bienestar futuro personal y familiar de cada uno de ellos. Esta oportunidad en mención es la misión de ingresar al núcleo de una banda del narcotráfico más grande y apoderarse de 70 millones de dólares en efectivo que se encuentran almacenadas en sus instalaciones. Esto me recuerda a aquella frase que dice “Ladrón que roba a ladrón tiene 100 años de perdón” es un dicho popular que se usa para justificar una acción incorrecta cuando esta es cometida contra una persona deshonesta. Una de las cosas curiosas es que ese robo no es lo más importante de la película. Lo realmente importante es explorar un concepto que convierte rápidamente a estos militares aguerridos en hombres desesperados: la avaricia. Estos hombres se encuentran en una encrucijada en la que centenares de billetes repartidos en bolsas les lastran en su desesperada huida fuera de la "triple frontera" que es la que se refiere geográficamente a la que une Argentina, Brasil y Paraguay. Es interesante ver cómo poco a poco van sucumbiendo al peso (moral) de esas mochilas y las van abandonando una a una, en un camino en el que no sólo pierden las ganancias de su gran golpe, sino sobre todo su dignidad. Sueltan el dinero casi en forma de transacción: un pago por sus ideales perdidos en una misión completamente ilegal e inmoral. Incorrecta e inaceptable de lo que ellos, como soldados, se supone que defienden. Desapegarse a la estrategia inicial, desorientarse de un el plan de acción estudiado hacen perder el resultado del objetivo que en conjunto se habían planeado en un principio. Muy buena película, muy buen mensaje.
ResponderEliminarAmplio, muy elaborado. Muchas gracias.
ResponderEliminar