Pequeña joya (10x15 cms, 100 págs. Ed. Siruela, 2017) de Pablo d'Ors, que con este título invita a meditar o, al menos, a reflexionar sobre la meditación. En estos tiempos estruendosos, me refiero más que nada al ruido tumultuoso en Internet, y en particular a las redes sociales (muy redes para atrapar, y cada vez menos sociales), yo creo muy recomendable saber crearse espacios de silencio. Para mi, la lectura es un recurso infalible: Aislamiento del exterior y diálogo con uno mismo mediando el libro que tengo en las manos.
De esta obra destaco de mis apuntes, para reflexión de los gentiles lectores, lo siguiente:
- El respeto es el primer signo del amor.
- La meditación activa la voluntad de cambiar, primer paso para lograrlo.
- Acepta el dolor para que no se convierta en sufrimiento.
- Los problemas son como icebergs, sólo se necesita una fuente de calor para ir diluyéndolos.
- ¿Te sientes prisionero o atenazado?: Analiza cuáles son los barrotes...Puede ser un sueño demasiado ambicioso...
Y para terminar, una definición tan bella como contundente de lo que es la conciencia: El testigo interior...
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