A pesar de la despedida en la entrada "Final destination (y 2)" del pasado mayo, he viajado a Barcelona para terminar lo iniciado entonces...con Continental. Por dicha, más allá de "rodear" el sureste de Estados Unidos - cerca de cuarenta minutos adicionales- por los primeros embates de Irene, todo expedito: Sin cambio de terminal y con la sencilla medida de permitir el acceso de los extranjeros al área de control de pasaportes para nacionales y residentes, el molesto trámite de ingresar a EE.UU. aunque estés sólo en tránsito, resultó tolerable...
Un viaje transatlántico propicia la reflexión... Un par, una que el comportamiento civilizado dentro de un avión -que es la norma- obedece a que somos conscientes de que, realmente, vamos en la misma nave. Lo que simbólicamente también es cierto, pero no hacemos el menor caso: nuestro planeta Tierra es nuestra nave común...y lleva un rumbo de desastre por nuestros errores u omisiones...Hay un problema severo de liderazgo...que en el avión no se da por el riguroso procedimiento de selección de los comandantes de las aeronaves...¿Cuál es el procedimiento de selección de nuestros políticos?...Qué dicha que contamos con un sistema democrático cada vez más generalizado, pero cuántos vicios debemos de corregir...
Dos, cambiando radicalmente de registro: Abres la tapa plástica de la ventanilla (escribí primero "abres la ventanilla", pero no es el caso a treinta y cinco mil pies), lástima que se refleja algo de luz interior, pero te fijas y ves las estrellas...Te concentras un momento en ellas...piensas "están más cerca"...también sientes que estás más cerca de Dios...
muy bueno tu post...
ResponderEliminarviajando en la misma nave social
"1984 (Gorge Orwell)"
Esteban.
"1984", gran novela, de fijo en mi "top 10", tan llena de pasajes memorables y ¡qué final!...
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