miércoles, 20 de agosto de 2014

LA LOCOMOTORA ALEMANA SE FRENA, EL RIESGO DE DEFLACIÓN...

Hace unos días aparecía la noticia del crecimiento negativo de la economía alemana en el segundo trimestre de este año y el estancamiento de la francesa. Trimestres atrás también hubo crecimiento negativo y empezó a hablarse de deflación. En estos días vuelven a aparecer análisis al respecto. Bruno Colmant en Le Monde (14-8-14) lo explica muy específicamente: "Una deflación es más grave que una inflación (...) la política monetaria deviene inoperante". Es decir, ya puedes bajar los tipos de interés que la demanda de consumo e inversión no se incrementa, hay una sobreoferta de factores que tiende a hacer bajar los precios, el público está endeudado tras la fase alcista (desbocada y poco responsable) de  crecimiento económico, con temor (tras la eufórica fiesta) y su demanda de productos y servicios se contrae.
Un indicador cuantitativo del fenómeno es la reducción en la velocidad de circulación del dinero, que el autor cifra en "un 50% en los últimos cinco años". Esto me ha hecho recordar una breve historia, muy ilustrativa, que circulaba por Internet sobre esta variable del funcionamiento del sistema económico. He tratado de reconstruirla y dice así: A paga su habitación del hotel en el que se ha hospedado unos días, deja un sobre con el dinero en la recepción. B, el recepcionista, lo toma y va a la tienda de enfrente del hotel para comprar un regalo para la fiesta a la que va a acudir al salir del trabajo. C, encargado de la tienda, paga a un proveedor D que estaba esperando cobrar una factura. D aprovecha para ir a almorzar con su compañero de ruta a un restaurante esquinero que suele frecuentar, y al que debía varios almuerzos. El propietario E, llama a B, que como empleado del hotel tenía tarifa especial y cierto plazo de crédito, y le había reservado varios días de habitación a E, y le dice que venga a buscar ese dinero. B lo recoge, lo mete en el mismo sobre que había dejado A y se lo entrega al gerente del hotel que, precisamente, recién regresaba de su almuerzo y le iba a pedir cuentas...
Así pues, los -digamos- 10.000 colones que pagó A han servido para que la tienda facture también 10.000 colones, rebaje sus deudas con proveedores en 10.000 colones. El restaurante también experimenta este aumento en sus ventas y reducción de pasivos. Un microejemplo de generación de crecimiento económico, de circulación del dinero que lo alimenta, pues al aumentar ventas y rebajar endeudamiento se impulsa comprar más insumos y mercaderías para seguir atendiendo la demanda. Por el contrario, con deflación, A probablemente gaste menos en el hotel (o no haga el viaje o lo acorte), B en el regalo (o no lo compre), la tienda no puede pedir mercadería pues le debe al proveedor, éste no irá a almorzar al restaurante, etc, etc...
Ante este panorama, el autor que seguimos, Colmant, propone un "choque inflacionario", a base de incrementar la oferta monetaria y refinanciar las deudas que atenazan a los países más endeudados de la zona euro; esto depreciará el euro, consecuencia deseable para aumentar las exportaciones europeas...Alemania se ha negado repetidamente desde el inicio del ciclo recesivo en 2008 a este tipo de política, por temor a atizar la inflación. Temor desmedido apuntan numerosos economistas. Habrá que ver; si no, hasta el muy eminente Robert Skidelsky proponía lo que comentábamos meses atrás (19-2-14): "el dinero tendrá que caer del helicóptero..."

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