Fin de semana cinematográfico, ya desocupado de tareas académicas. Un menú variado, muy variado, quizás con el hilo conductor de los errores o miserias de los humanos, con intensidades distintas...
1. Una liviana fábula rumana sobre pequeñas debilidades llamada "El Tesoro" (Corneliu Porumboiu, Rumania, 2015): Codicia a pequeña escala, corrupción ídem, infantilismo emocional; pero en pequeñas dosis, nada trágico, por eso lo de liviana...
2. Subimos de graduación: Codicia y corrupción de una gran firma inmobiliaria brasileña que topa con una heroína, realmente obcecada; pero que deja en evidencia hasta dónde es capaz de llegar un grupo humano, en este caso impecables ejecutivos, cuando su única brújula moral es el dinero. Una excepcional actuación de Sonia Braga. Más larga de la cuenta, con algunas derivaciones innecesarias: "Aquarius" (Kleber Mendonça, Brasil, 2016).
3. "Dunkerque" (Christopher Nolan, EE.UU, 2017): Obra maestra del cine bélico, con imagen y sonido como protagonistas principalísimos, sin actores protagónicos ni casi secuencias dialogadas. Aquí sí, nada es liviano, es inenarrable en palabras, de ahí el comentario anterior. El ser humano enfrentado al desafío de la supervivencia en el más infernal de los escenarios. En estas circunstancias, surge lo más excepcional y lo más indigno de esta criatura tan singular (como mínimo en el Sistema Solar hasta ahora conocido), tan capaz de lo mejor y de lo peor...
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