jueves, 18 de noviembre de 2010

UN NOBEL EQUIVOCADO...

Han sido prácticamente unánimes las voces, en Occidente, elogiando la concesión del Premio Nobel de la Paz al disidente chino Liu Xiabo. Kishore Mahbubani, decano de la Escuela de Política Pública de la Universidad Nacional de Singapur argüye en The New York Times del 11/11/10 (Counterpoint: An Ignoble Noble):


El Nobel, si acaso, debería concederse al presidente chino Deng Xiaoping por haber logrado, gracias a las reformas promulgadas en 1978, que el número de pobres se redujera en su país de 800 millones a unos 200 millones. Cierto que Deng cometió un grave atropello: los sucesos de la Plaza de Tiananmen; pero -sin mencionar explícitamente a Obama- señala que la sociedad estadounidense convive con un centro de torturas como Guantánamo...


China es un gigante de 1300 millones de habitantes, hay que respetar su vía de apertura política gradual simultánea a la acelerada apertura económica, que procura que el progreso económico -absolutamente notorio- no quede interrumpido por alteraciones políticas, es un balance nada fácil. Y acaba citando -con acierto- el caso de Rusia como un ejemplo de precipitada apertura hacia la democracia, dejando implícito -con sobrada razón- que no es posible considerar a Rusia más democrática y respetuosa de los derechos humanos que China...

No hay comentarios:

Publicar un comentario