Hace poquito más de un año escribía "Gracias Wikileaks" (entrada de 11 de diciembre de 2010), en referencia a los documentos reservados del gobierno estadounidense que la organización Wikileaks, encabezada por Julian Assange, había revelado y que probaban aberrantes conductas del ejército norteamericano en Irak...
Omití que quien hackeó el sistema informático pertinente fue el soldado Bradley Manning, al que acaba de iniciársele el consejo de guerra que puede llevarle a la pena capital -no creo que se atrevan, ¿verdad señor Obama, gran esperanza de que fuera todo lo contrario del sr. Bush?- o a cadena perpetua que, de cualquier modo, sería aniquilarlo, aunque no físicamente...
Suscribo totalmente -y reproduzco- lo escrito por Gregorio Morán (sus Sabatinas Intempestivas de La Vanguardia de Barcelona nunca dejan indiferente): "La invasión de Irak fue un crimen que hubiera debido llevar a los tribunales a aquel trío que la promovió y se inventó las mentiras para la masacre, Bush, Blair y Aznar (...) una página miserable de la historia de EE.UU. Dejan un país más destrozado, corrupto, dividido y sumido en la miseria, del que encontraron con Saddam Hussein, su veterano aliado de antaño."
Soldado Bradley Manning, muchas gracias por su valentía, y perdón por nuestra insuficiente movilización en contra de los verdugos que usted no quiso apoyar con su silencio.
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