domingo, 17 de febrero de 2013

RITMOS JUDICIALES...

Trabajar por cuenta propia, con la lanza libre -free lancer-, tiene sus ventajas y, claro, sus riesgos...Me gusta poder hacer una pequeña contribución a la Justicia y ya hace cerca de diez años que me inscribí como Perito Judicial en Mercadeo y Ventas. Cuento con el tiempo y con la independencia de criterio para hacerlo.

El último caso que me ha sido asignado me lleva a escribir este comentario: La parte gestionante -demandante- solicita el peritaje en varios aspectos del litigio, por publicidad engañosa y, por lo tanto, competencia desleal. En uno de los puntos de la pericia solicitada pide que se haga un sondeo acerca del grado de confusión en el consumidor como consecuencia de esa publicidad que contenía una promesa engañosa. Como el caso ha atravesado por diversos recursos y apelaciones, empezando -y se llevó más de tres meses- por cuál era la sede judicial que debía atender el caso, cuando recibo la notificación del nombramiento han pasado ya dos años largos desde el episodio que provocó la demanda. No tiene ningún sentido -escribo en el oficio previo a la aceptación del cargo en el que señalo las limitaciones que contendrá mi informe- tratar de sondear la hipotética confusión del consumidor pues nadie -al realizar la encuesta- se acordará de qué se le está hablando o, en todo caso, los recuerdos serán realmente vagos y difusos.

Es inútil buscar semejante respaldo en la investigación de mercados que, por definición, ya casi nace vieja en estos tiempos de cambios mercadotécnicos vertiginosos en productos, servicios, marcas, distribución y, por supuesto, de saturación promocional y publicitaria. El ritmo de los negocios en el entorno de competencia que vivimos es el de la fórmula uno; el de la Justicia, buscando no ser ofensivo, no va aún en automóvil...

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