Este es el título de un interesante artículo de Stephen S. Roach del 30 de abril pasado, en Project Syndicate. Argumenta, como han hecho otros economistas y analistas económicos, acerca de la política económica de los gobiernos occidentales a partir de la crisis de 2008: Énfasis en la política monetaria, en particular inyecciones de liquidez que el sistema bancario, metido en muchos problemas de saneamiento por sus irresponsables políticas netamente pro-cíclicas, no han transmitido eficazmente -incumpliendo su razón de ser como intermediarios financieros- al sistema productivo, a la auténtica creación de riqueza. Por el contrario, una parte significativa de la liquidez se desvía a la compra de activos, lo que tiende a provocar alzas de precios irrazonables (burbujas).
Compras, subrayemos, al alcance de muy pocos, una minoría beneficiada con la crisis, simultáneamente a tantas indicadores de deterioro y fragmentación sociales. Ese 1%, redondeando, de la población con un porcentaje de renta exuberante, con unos recursos ociosos inmensos que se dedican a la especulación...y a exportarlos a paraísos fiscales.
La auténtica curación de los males de la economía global requiere decisiones políticas que nadie quiere tomar pues son impopulares (la democracia no es perfecta, para nada): Política económica de índole fiscal, esto es, recortes de gasto e impuestos. Si el bolsillo del contribuyente se afecta, eso son votos perdidos...Y, los recién señalados oasis fiscales, capitales fugados que, en una u otra forma, debilitan a las economías nacionales.
El caso de Costa Rica es bien elocuente, un debate que cada administración enfrenta desde hace décadas: La reforma fiscal. El país necesita modernizar su aparato estatal, hacerle un lifting no menor. Es insostenible, pero a la vez políticamente complejo lograr que, sin tocar ese ogro, aprobar nuevas cargas a los contribuyentes. Mientras, los indicadores de endeudamiento y déficit empeoran. La imagen crediticia del país va deteriorándose. Es una bomba de tiempo, si finalmente la espoleta salta la inestabilidad económico-social puede ser vertiginosa: Alza en tasas de interés, devaluación, inflación, desempleo, empobrecimiento...
¿Solución? Aquello que los políticos en campaña dicen con solemnidad: "Una agenda nacional de largo plazo, consensuada, para sacar definitivamente al país del subdesarrollo y la pobreza...", etc , etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario