La situación política en España es tan desalentadora (una colección de des: desdichada, desesperada, desasosegante...) que los analistas más curtidos (formación + experiencia) están recurriendo con cierta frecuencia a intelectuales de otras épocas para tratar de glosar lo que se está -de nuevo- viviendo y lo que ya entonces reivindicaban para que España avanzara, progresara y dejara atrás sus vicios históricos.
Antes de las citas eruditas, el diagnóstico es más prosaico y unánime (entresacado de los últimos ocho días): "partidos ulcerados", "casta política soberbia, corrupta e impune", "ausencia de escrúpulos morales y éticos", "espectáculo de rapiña", "pozo séptico", "impunidad codiciosa (...) e hipocresía para camuflarla", "colosal impostura", "corrupción sistémica y endógena"...
Citas...Jesús Cacho en su notable digital vozpopuli.com, cita -artículo de 26 de abril- a Américo Castro, Menéndez Pelayo, Ortega y Gasset y Sánchez Albornoz. Tónica común: Melancolía, fatalismo, frustración, mediocridad en los dirigentes. Cierra con las siguientes palabras del historiador S. Albornoz: El curso de la historia puede cambiar "por la inteligente acción de los hombres. Siempre que la conciencia histórica de la colectividad ponga tensos los resortes de la voluntad nacional"...
José Antonio Zarzalejos, habitual en el ya elogiado otras veces elconfidencial.com, y en La Vanguardia de Barcelona, termina su colaboración en este último del pasado 19-4 con un artículo de Ortega y Gasset, de noviembre de 1.930 en El Sol: "...somos nosotros gente de la calle, de tres al cuarto y nada revolucionarios los que tenemos que decir a nuestros conciudadanos: ¡Españoles, vuestro Estado no existe! ¡Reconstruidlo!"...
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