martes, 29 de marzo de 2016

LA REALIDAD SUPERA A LA FICCIÓN...

Tan conocida como empleada esta sentencia, me ha venido a la mente con asiduidad después de que, con poco espacio de separación, me contaran dos historias - de fuentes muy cercanas- que se encuadran de lleno en el aforismo. Perfectamente podrían ser entresacadas de una novela, pero son rigurosamente ciertas. 

Primera, una pareja casi en la treintena, novios por unos cuantos años, hurtan varios millones de colones a los padres de la chica, via uso (sobra el abusivo) de tarjetas de débito. Las cámaras ubicadas en los cajeros automáticos son prueba irrefutable. No los denuncian. La pareja rompe. Meses después hay reconciliación, con crucero por el Caribe a modo de celebración...Según parece se han comprometido a ir devolviendo a plazos las sumas sustraídas...

Segunda. Boda por todo lo alto en uno de los recintos sociales más rimbombantes de la ciudad. Próximos a cumplirse cinco años del enlace se produce el divorcio. Causa: El matrimonio -utilizando la expresión jurídico-literaria- nunca se consumó...

Vivir para ver... y para escuchar.

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