Pongo notas de final de cuatrimestre, no puedo evitar que me pase por la cabeza el trasiego de archivos con la resolución de cuestionarios y casos, prácticamente sin maquillaje o disimulo alguno, entre grupos de estudiantes...Bueno, es una perversidad liviana, las graves, ya las sabemos: El anonimato, o las falsas identidades más bien, en el mundo virtual, que degeneran en acoso y abusos infinitamente más alarmantes...
Si ya me molesta en el mundo real ser policia vigilando exámenes, me siento un aprendiz de Gran Hermano tratando de controlar las semejanzas en las tareas presentadas por los estudiantes en sus tareas virtuales...No lo haré, allí cada quien con su bagaje de ignorancia...
Muchísimas gracias por tan rápida y juiciosa aportación...
ResponderEliminarEl tema del plagio, copia, fraude, o cómo quiera llamársele, creo que cae más bien en el auto engaño de quien lo comete, va más allá de un asunto de presencial o virtual.
ResponderEliminarTampoco se trata de denominarnos “policías” más bien, como formadores o facilitadores del conocimiento, no sólo es nuestro deber sino también nuestra obligación la confrontación cuando se descubre un caso de estos.
Si lo vemos en términos legales, cuando una persona incurre en un acto delictivo, el acto mismo no es menos grave sino capturan a la persona porque ha contado con la “suerte” de no ser descubierta, sigue siendo un acto delictivo y por ello cuando se comprueba se pagan las consecuencias, lo mismo debe ser en el estudio, si uno o más estudiantes incurren en conductas poco éticas, también deberán ser penalizados; ahora bien, lo que es fundamental, es marcar las reglas del “juego”, en este caso del curso, al igual que como ciudadanos no podemos alegar desconocimiento de la ley, los estudiantes deben estar informados en lo que sería el compromiso de ambas partes por jugar su rol, y eso se logra definiendo en el programa todos los aspectos que se toman en cuenta al momento de evaluar, con rúbricas definidas y claras, e indicando cuales son las reglas del curso en cuanto a plagios y sus consecuencias.
Es fundamental que además como facilitadores comprometidos con nuestra labor, seamos coherentes con lo que solicitamos, no podemos exigir cosas que muchas veces no se cumplen, el material de clase debe ser elaborado por el profesor, con la citación correcta que indique de dónde viene la fuente de origen, para que no se malentienda que todo lo que está en la Red es de libre uso y como tal, tanto estudiantes como profesores sólo tendrían que usarlo sin mayores contratiempos, cuando en realidad las fuentes deben respetarse independientemente de su origen.
Soluciones para evitar WhatsApp, correos, vecinos, familiares y similares, al igual que se trabaja en una clase, con los proyectos colaborativos, las herramientas de Teams permiten hacer documentos compartidos, eso quiere decir que dejan huella de quién aporta, qué aporta y cuándo lo hace, de esa forma los trabajos grupales, que por lo general quedan sobrecargados en una o dos personas del grupo evidenciarán quién es el que mayores aportes realizó y es fácil de revisar si lo plagió o no.
¿Cómo evitar plagios?, difícilmente exista una respuesta para esto, pero si se confronta a quien lo hace, lo piensa dos veces antes de volver a incurrir en el error, máxime cuando ve afectada su calificación con la anulación de tareas o proyectos, ¿doloroso e incómodo?, tal vez, pero también una lección de vida que muchas veces se debe asumir, al igual que los padres le hacen ver los errores a sus hijos y los reprenden, en el rol de la educación se debe asumir ese compromiso.
Muchísimas gracias por sus observaciones, seguro serán de utilidad para no pocos colegas, empezando por mí mismo.
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