Al practicar un análisis de entorno global -tema del Seminario de Gestión Estratégica- hay que valorar las amenazas que aunque estén geográficamente alejadas, en el mundo gobalizado de este siglo, sus consecuencias pueden ser tan inmediatas como si le sucedieran al vecino. En su momento, hace años, escribí -ahí está en este blog- sobre Afganistán: Se estrelló el imperio británico, se estrelló la URSS y, semanas atrás (en mis escritos lo dejaba entrever) se retiró Estados Unidos...Por eso me interesó el tema, una vez más el poderío económico-militar no iba a poder con la determinación de un pueblo (al menos de una parte significativa del mismo) de no ser dominados por una potencia extranjera. Otra cosa es, sin duda alguna, que este sufridísimo pueblo haya caído en manos del movimiento talibán...
Ahora la amenaza más inmediata es una posible invasión de Ucrania por parte de Rusia. Rusia siente amenazante la influencia de países de la OTAN en naciones fronterizas con ella. En principio podría pensarse que por razones militares; pero no, Wolfgang Münchau en El País (17-1-22) lo aclara: Putin teme que los movimientos democráticos en esos países limítrofes (de la antigua URSS) acaben penetrando -contagiando- al pueblo ruso...
¿Habrá invasión? El tono de las declaraciones crece en apercibimientos. Münchau cree que sí, Estados Unidos vive una grave crisis interna -motivo de otro post- y la Unión Europea está dividida, empezando porque "Alemania no está plantando cara a Rusia, y la Unión Europea no está plantando cara a Alemania".
Para entender esa rotunda afirmación: Alemania es la gran potencia económica y diplomática europea, pero depende extraordinariamente del gas ruso...porque cerraron las centrales nucleares...
Previsión entonces, concluye el analista: Habrá invasión y después se negociará el retiro militar, habiéndose asegurado Putin una fortísima influencia politica rusa en Ucrania y, de paso, aviso para otros vecinos...
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