Juan Manuel Moreno en El País (Madrid, 18-1-22) informa del gran auge que han tenido las Apps educativas en China, ya desde antes de la pandemia: "...el clima de competitividad en el sistema educativo chino es tal que los propios profesores aconsejaban a los padres opciones online para que los más pequeños también hicieran deberes regularmente". Había conciencia clara de que "el cierre de escuelas implicaba una pérdida de aprendizaje y, por tanto, de oportunidades..."...
Quería subrayar esa conciencia -empezando por los padres- de lo que representa la educación para el futuro de un país. Las tutorías privadas no son desde luego una panacea, lo reconoce el propio gobierno chino que las ha empezado a regular, nos explica el articulista, en principio para no ampliar la desigualdad educativa (el típico nivelemos hacia abajo), pero sobre todo por la participación de inversores estadounidenses en esas empresas (un negocio muy muy lucrativo), "esto implicaba un riesgo de que sus rivales geopolíticos terminaran influyendo y hasta controlando la educación de los estudiantes chinos de primaria y secundaria...". JM Moreno acaba apuntando que, como en todo intento de regulación, existen vías para sortearlas: mercado negro de tutorías y, para los más pudientes, acceder a empresas de Taiwan y Singapur...
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