miércoles, 16 de julio de 2014

FUTURO INCIERTO...PARA LA REINSERCIÓN...

Una estudiante me envía el siguiente texto que transmite, contenidamente, el dolor y la angustia por una situación personal delicada: Un hijo que lucha por reinsertarse en la sociedad después de haber cumplido una justa condena. Lo que ya no es justo es el estigma que perdura: Pasar por la cárcel no suele favorecer la rehabilitación dadas las condiciones inadecuadas para ello de los centros penitenciarios...Pero seguro que no son pocos los casos en que la persona-como nos narra esta madre- es plenamente consciente del error y de ninguna manera quiere reincidir, sin embargo el rechazo social a este párrafo de su curriculum lo margina inexorablemente, ¿qué camino queda entonces?...

A continuación el escrito, íntegro y publicado con consentimiento:

"A través de los siglos, los seres humanos hemos cometidos errores, muchos de este errores han cobrado vidas, pero muchos nos hacen vivir consecuencias dolorosas y troncan nuestras metas.

Y es cierto que debemos responder por nuestros actos, buenos o malos, debemos enfrentarlos con agallas, pero a veces esas consecuencias se tornan injustas.Y el precio que se paga, es para todos igual y esto no siempre es del todo correcto, porque no es necesario pagar dos veces por el mismo error.

Un simple papel no puede decir nada de las personas, porque es que la justicia nunca es para todos, hay muchos delincuentes de cuello blanco que han robado al pueblo y tiene la desfachatez de presentarse públicamente, burlándose de aquellos que los ven, porque siguen sus vidas como si nada hubiese pasado y no tienen su futuro manchado y es más muchos siguen tomando lo que no les pertenece, mientras que algunos luchan por salir adelante y hacer de su error el testimonio para ser mejores personas.  Pero estos últimos no tiene opción, para ellos no hay opción, sólo un futuro manchado y lleno de incertidumbre durante muchos años.

Pero,  ¿es, que no es suficiente el estar tras los muros que privan de la libertad?

Entonces es posible que con el mundo cerrado a su alrededor decidan que la vida no tiene sentido aún cuando quieras ser una mejor persona y entonces reincidan.Pero existe también la posibilidad de seguir adelante aún y cuando el mundo está en contra de él y esa es la parte que quiero resaltar.

Alguien que significa mucho en mi vida cometió un error y pagó por él, y así es como tiene que ser, de esto no cabe la menor duda.  Sin embargo,en los últimos meses se ha enfrentado a la cruel realidad de un sistema, que si bien es cierto, es necesario, debería tener opciones para aquellas personas que decidieron tomar las riendas de su vida y ser de una vez por todas personas de bien, buenos ciudadanos, buenos padres o buenas madres y construir un futuro junto a ellos.

Sin embargo, no es posible si se les niega la oportunidad de demostrarlo y “queman y queman cartuchos” sin cesar, que no producen ningún fruto en el camino, más que el dolor y la angustia de no poder sostener a su familia con dignidad.

Es por eso que hoy elevo un grito al cielo y ruego a Dios, porque la verdad solo él podría mover las piezas, para que mi hijo tenga la oportunidad de poder demostrar que sí se puede cambiar, que sí puede ser una mejor persona, tal y como la sociedad espera de un buen ciudadano, tal y como una madre espera de su hijo, tal y como una esposa espera de un esposo, tal y como un hijo espera de su padre, porque así lo ha demostrado él.

Y puede ser, señor lector, que usted esté pensando “es la madre”, cualquier madre diría cosas buenas de su hijo, pero déjeme decirle señor lector, que las madres amamos a nuestros hijos por sobre todo; pero no somos ciegas y sabemos cuándo se equivocan y rompen con los principios establecidos y yo hoy le puedo decir que sé cuánto le costó ese error a mi hijo, cuánto sufrió y cuánto nos hizo sufrir, y también le puedo decir que estoy muy consiente que debía pagar por su error, por más doloroso que este episodio haya sido para mí, era lo que tenía que ser.


Pero también hoy quisiera que tuviera la oportunidad de desarrollarse y ser productivo para la sociedad, tal y como él quiere serlo, aportando sus habilidades y que por supuesto sea remunerado por estas habilidades para poder ofrecer a su familia lo que se merece".

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