Releo algunos artículos, o pedazos de ellos -recortes- de temas económicos diversos. Un término se va repitiendo: flexibilidad. Es decir, la capacidad del sistema económico para, flexiblemente, adaptarse a los cambios que exige un mundo globalizado, una competencia universal. Un sistema flexible necesita de personas -recursos humanos- que también lo sean: En capacidad para reciclarse en conocimientos y destrezas, en capacidad para desplazarse en búsqueda de mejores empleos, o simplemente adonde los haya; personas con una capacidad económica de cierta flexibilidad, esto es, no endeudadas, "pegadas" a hipotecas diversas...
La cruda realidad va en dirección opuesta: Personas sin títulos, otras con títulos que no les sirven de nada, otras que se piensan que ya "la han hecho toda" porque tienen uno. Por otra parte, familias endeudadas, sobre todo, por la vivienda propia, lo que les resta muchísima capacidad de flexibilizar su lugar de residencia.
Entiendo que un número creciente de jóvenes no tengan proyecto de vida, sólo el día a día, un no-proyecto..
No hay comentarios:
Publicar un comentario