Singular película (Jim Jarmusch, EE.UU. 2016) que logra hacer poesía de la rutina, de una vida de lo más normal y corriente, sin artificios. También Paterson, su protagonista, trenza versos a partir de nimiedades como una marca de fósforos que utilizan en casa...En las antípodas del cliché de las grandes y arrebatadas pasiones como fuente de la inspiración poética...
Marvin, el perro, la mascota de la casa (podríamos exagerar un poco y decir que es candidato a mejor rol secundario), conforma el trío: Celoso de Paterson, compañero en el tedio de Laura, a la que pronto de le acabarán las superficies para sus pinturas más o menos op-art, y le deseamos suerte como cantante country con su nueva guitarra arlequinada. Marvin, volviendo al can, es el sustituto del hijo-a que no tienen, y que, a mi juicio, les permite vivir plácidamente su rutina, a la vez que, cuidar a Marvin, frena el despeño hacia una sobredosis de normalidad que, quisiera equivocarme, no puede durar demasiado...
Etiquetas
- China (6)
- ciencia económica (32)
- cine (101)
- Costa Rica (63)
- Crisis covid 19 (7)
- crítica literaria (23)
- Drogas (2)
- ecología (4)
- educación (37)
- ensayo (12)
- estrategia (51)
- ética (26)
- frases célebres (11)
- fútbol (17)
- geopolítica (48)
- globalización (81)
- humor (1)
- justicia (22)
- Mercadotecnia (18)
- Microcuento (12)
- música (30)
- Nicaragua (1)
- Olimpiadas (1)
- Panamá (1)
- periodismo (6)
- poesía (6)
- política (77)
- política española (53)
- política europea (22)
- porno (1)
- Publicidad (6)
- Redes sociales (8)
- religión (14)
- seguidores (1)
- sentimientos (137)
- tecnología (12)
- televisión (12)
- turismo (7)
- violencia (35)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario