NO EXISTE UNA COMUNIDAD MUSULMANA...

De todo lo que he leído en estos días tras la matanza en la sede de Charlie Hebdo, lo que más me ha llamado la atención es el artículo del día 9 de enero en Le Monde de Olivier Roy: "La peur d´une communauté que n´existe pas", el temor de una comunidad que no existe...

La mayoría de los análisis utilizan esta categoría de comunidad, por lo general, para subrayar que no se formule una "amalgama" y que quede claro que los fundamentalistas son una minoría dentro de esta comunidad, demográficamente  creciente. Roy observa tantas diferencias dentro de esa supuesta comunidad que, sostiene, es imaginaria. Que se emplee esta categoría en el arco político no contribuye para nada a una correcta comprensión del problema: La derecha conservadora con tintes populistas, la izquierda con acento en la laicismo, se refieren a una comunidad musulmana contrapuesta a la nacional, francesa en el caso que nos ocupa.

Roy apunta que no hay tal comunidad, primero, porque existe una ruptura generacional, los jóvenes se han radicalizado y, como sucede con los propios franceses de origen, no se comunican con sus padres, no les hacen caso. Su mundo son - ahora sí la palabra es apropiada- las comunidades virtuales en Internet. En segundo lugar, son numerosos los musulmanes franceses tan integrados como los franceses a secas, es más, hay víctimas musulmanas de la violencia terrorista. Hay musulmanes en la policía y en el ejército; en los hospitales, en la educación y en los tribunales.

Tercero, no hay ningún indicador electoral que permita pensar en algún tipo de voto musulmán hacia un partido o tendencia, ni candidatos o aspirantes que se postulen dirigiéndose a la tal comunidad.

Se han levantado voces reclamando que la comunidad musulmana se pronuncie en contra del terrorismo. Roy advierte la contradicción: Se les reclama una tendencia a la comunitarización, y si no se manifiestan como tal se les apela, ¿en qué quedamos pues?  Roy cuestiona el mensaje absolutamente contradictorio: "Sed lo que os pedimos que no seáis"...

Finalmente, señala que, en su percepción, el musulmán francés muestra un individualismo muy galo y es reticente a las manipulaciones de las élites. Una buena noticia.